Ogier corta el rollo a Loeb

Están jugando al ‘tuya-mía’. Si en la noche del jueves Sebastien Ogier se convertía en el rey de la noche y se colocaba en cabeza del Rally de Montecarlo, en la jornada del viernes era su tocayo Loeb el que cogía el bastón de mando arrebatándole el liderato. Pero llegó el sábado, y el de Gap cortaba el rollo al alsaciano y se acerca al que sería su noveno triunfo en el Principado. A falta de 4 tramos y 67 kilómetros cronometrados, 21 segundos separan a los dos ‘sebastienes’.

Un devorador de triunfos como es Ogier no podía quedarse quieto ante la demostración de poderío que hizo su eterno rival el viernes. Por ello, en la tercera etapa del rally monegasco apretó los dientes y pisó a fondo el acelerador para intentar dar la vuelta a la tortilla. Tramo a tramo fue recortando la corta diferencia que le separaba de Loeb hasta que llegaron al tramo de Thoard, la versión recortada del mítico Sisteron, empatados. Y allí, con gran parte de sus kilómetros con nieve y hielo, se jugaría la primera bola de partido. Fue para Ogier, aunque su liderato entonces era corto, de sólo 5,4 segundos.

En el regreso a ese tramo clave de la jornada se vivió un momento de tensión estratégica. A poco de la salida, cuando Ogier vio que Loeb llegaba con cuatro neumáticos de asfalto montados en su Ford, se bajó corriendo del Toyota y cambió sus dos ruedas de nieve por dos de seco para salir en igualdad. Y le salió bien la jugada, ya que le endosó 16 segundos que le permiten afrontar la corta etapa final con un margen de 21. Un importante balón de oxígeno que, no obstante, no le permitirá ni un despiste, porque a buen seguro su tocayo saldrá a por todas. Todo o nada. Lo tiene difícil, pero no imposible, y seguro que lo va a intentar.

El que se cayó de esa