"No sabía si enseñar esto, pero como por suerte no me hice nada lo hago"

As Acción

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Johnni DiJulius puede considerarse afortunado de estar vivo tras los problemas que tuvo en uno de sus saltos recientemente. En concreto, en unos acantilados rocosos de Arizona (Estados Unidos), por un mal funcionamiento de su paracaídas. El especialista en salto BASE ha publicado el vídeo en su cuenta de Instagram y lo ha acompañado de un texto en el que explica todo lo que ocurrió.

«Tenía mis dudas de si debía enseñar este vídeo, pero como no me hice nada lo hago. Yo era el último saltador de un grupo de 30 personas. Uno de los mayores temores de alguien que practique salto BASE es un giro de 180 grados cuando se despliega el paracaídas. Lo pueden provocar la posición del cuerpo, un mal pliegue o simplemente el viento.

En mi caso, tras abrirlo, acabé contra unas rocas y al mirar hacia arriba vi que tenía la mayoría del paracaídas roto. No podía dirigirlo y, de hecho, me sorprendió seguir volando. Perdó mucha altura luchando contra la pared. Al final me golpeé contra un segundo acantilado y en ese momento supe que no estaba herido, pero no estaba seguro de que alguien me hubiera visto, ya que como comenté, fui el último en saltar.

Tras más o menos una hora aferrándome al costado del acantilado, finalmente pude bajar y volver. Gracias a todos los amigos que vinvieron a buscarme y me ayudaron».

La verdad es que el vídeo pone los pelos de punta. Y para que no se diga que solo se habla del salto BASE cuando algo sale mal, os invitamos a ver otros vídeos -aquí debajo en artículos relacionados- como el del francés Fred Fugen, que saltó de un globo aerostático y acabó esquiando en una estación de esquí o el de un hombre pájaro volando a tan solo 10 metros de un volcán activo, entre otros que hemos publicado en As