Nieve Primavera, oro blanco
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Tal y como está el tiempo, decir que la primavera ha llegado es mucho decir. Sin embargo, la Semana Santa ya está aquí y casi todo el mundo está pensando en playa como destino de vacaciones, pero quizá deberían dar una vuelta a los planes y apuntar a las estaciones de esquí para utilizar las tablas una última vez antes de la próxima temporada. Es cierto que las ganas de sol están desbordadas, que huele a espuma de mar y a cera de tabla de surf y que los pisteros veteranos echan pestes de la “nieve papa”, pero las ventajas de esquiar en primavera son claras.
[1] Mejor y más tiempo
En primavera los días son más largos y las temperaturas ascienden. Esto implica que la jornada de esquí se alarga, a las 5 de la tarde todavía quedan muchas horas de luz. La posibilidad de que una ventisca cierre telesillas es mucho menor y las sensaciones en la montaña con días luminosos y brillantes son fantásticas.
La sensación en la montaña con días soleados es fantástica.Eduardo Salete (Balder)
[2] Menos colas, más descensos
Los esquiadores de invierno no suelen repetir a final de temporada, así que las estaciones registran menos esquiadores. Esto se traduce en menos colas a la hora de realizar las gestiones, alquilar equipación o esperar en los telesillas y, por lo tanto, sumando las horas añadidas de luz, más descensos, más horas de esquí.
[3] Mejor nieve para aprender y mejorar
Durante la jornada la nieve va cambiando, desde la nieve pisada dura a primeras horas de la mañana, pasando por una especie de crema a mediodía hasta la conocida “nieve papa” sobre las 2 de la tarde. Está mutación de las condiciones da la oportunidad de mejorar la técnica para esquiar en