Nadal despacha a Isner para citarse con Shapovalov
No suele equivocarse mucho cuando juega en tierra batida, la superficie que más alegrías le ha dado en su carrera. De hecho, nunca ha experimentado una racha de derrotas sobre arcilla. En su debut en el, un torneo en el que ha sido diez veces campeón, no tuvo demasiados problemas para mantener esa tradición terrícola de ganar siempre después de perder un partido. Lo ha hecho, con esta, 44 veces sin fallo. El viernes pasado, hincó la rodilla en Madrid ante Carlos Alcaraz, que a la postre fue el vencedor del Mutua. Este miércoles venció por 6-3 y 6-2 en 76 minutos a John Isner. “Después de un parón duro, necesito construir el juego con la actitud correcta, y es lo que he intentado”, dijo. Su balance contra estadounidenses en las canchas que mejor domina es un rotundo 19-0. Y el jueves se enfrentará al canadiense Denis Shapovalov en octavos de final. «El año pasado tuve mucha suerte contra él aquí (3-6, 6-4 y 7-6 (3)) y sé lo peligroso que él. Necesito jugar mejor que hoy», admitió.
Nadal fue de menos a más ante el gigantón estadounidense de 2,08, un sacador temible que lo es un poquito menos en polvo de ladrillo, pero que tiene buena mano para aguantar los intercambios ante un especialista como el español, a quien llevó hasta la quinta manga en Roland Garros 2011 y a la tercera en Montecarlo 2015. No obstante, no le interesaba entrar en esa dinámica y en el primer set trató de acortar los puntos. Tuvo incluso opciones de adelantarse en el séptimo juego, con 30-40 y un a ventaja posterior. Sin embargo, ese fue el punto de inflexión que metió definitivamente a Rafa en el encuentro. De ahí al final, 9-1 de parcial y a seguir entrenando el drive (pidió pista al acabar).
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