Más deporte | Sorare, la fiebre de los NFT y el modelo clásico de los cromos

En el nuevo y creciente mundo de las NFT (token no fungible), no hay una empresa que haya logrado un crecimiento tan elevado juntando las tecnología como el deporte como Sorare. Los números hablan por sí solos. Fundada en 2018, ha generado 2.000 millones de transacciones el último año. «Iniciamos proyectos en 2018 y vamos creciendo», reume de manera humilde Thibaut Prudhomme, Investment manager de una compañía que ha contado con la participación de grandes inversores del ámbito futbolístico como Jorge Mendes.

«Podemos resumir nuestra actividad como las colecciones de cromos habituales de diferentes ligas. Cada una de ella tiene un valor que va fluctuando», resume Prudhomme. El funcionamiento en el mundo de las criptomonedas va al alza y Sorea ya ha conseguido licencias en 20 ligas y espera seguir su crecimiento «en España y poder estar en todo el mundo». El mundo tecnológico ha posibiltado este modelo de negocio totalmente diferente y que se cierne en el fútbol aunque «nos abrimos a otros deportes».

Jugadores como Gerard Piqué, César Azpilicueta o Antoine Griezmann son un respaldo y a la hora un reclamo. La empresa se ubica en París y se define única. «Lo que nos diferencia del resto de NFT es que nuestro sector es diferente, no hay otro como nosotros», añade Prudhomme, quien también, y a la unísono con otros ponentes anteriores en el Pro Sport Tech Congress, destaca «el fenómeno fan de nuestros usuarios».

Hay otro aspecto clave, la jugabilidad. Las cartas varían sus precios como si se tratara de la bolsa en función del rendimiento de esa misma jornada. Los usuarios querrán tener la carta de, por ejemplo, Kilian Mbappé si ficha por el Real Madrid, pero también la de un jugador de la Segunda División española si esa semana