Los platos rotos de la Copa
y San Mamés busca una víctima que pague los platos rotos. Por ejemplo, mira al colista Levante, aunque éste no está por la labor de ejercer de equipo-aspirina. Los leones caminan bajo la misma desazón del año pasado tras caer en las dos finales en 15 días, aunque esta vez el golpe se ha producido en el peldaño anterior. Esa amargura es inversa a los ánimos que se lleva hasta San Mamés el cuadro granota, reincorporado a la pelea por la salvación después de haberse visto casi desahuciado .
En un club tan ambicioso como el bilbaíno, una derrota como la de Mestalla proyecta sombras sobre todo., aclamado hace nada tras eliminar a Barça y Madrid. Ahora el objetivo es Europa y la jornada invita a pensar en una meta realizable, tras los tropiezos de y .
Marcelino no dio la lista de convocados, en la que solo debería hacer un descarte, a la espera de la evolución de algunos jugadores con «molestias físicas» que no quiso desvelar. Cuenta con toda su artillería, incluido un De Marcos que se cayó a última hora en Mestalla por unos problemas estomacales, un incordio que se ha repetido varias veces esta temporada.
El técnico asturiano medita poner sobre el césped su once ideal, uno parecido al que presentó en Valencia, aunque es posible que introduzca cambios para mejorar las prestaciones ofensivas que dio, alejadas de lo que necesitaba para alcanzar la final. De Marcos volverá al lateral derecho, Vencedor al doble pivote y Sancet, a la pareja de ataque. No se descarta a Nico Williams, brillante por momentos antes de la lesión que le tuvo un mes de baja, por Berenguer, flojo en el estadio che.
La última de las dudas para un once al que volverá bajo palos el internacional que en Copa dejó su sitio al joven Agirrezabala, ayer ausente con


