Los eneros de Durán y Rufete: 45 millones y De Tomás como aval
Para la mayoría de los mortales, con enero llega la cuesta, la hora de apretarse el cinturón tras los gastos (a veces, derroche) de las Fiestas. Pero en el caso del Espanyol, y aunque este 2022 sí lo ha vivido con más estrecheces propias de un Chen Yansheng que no quiere reinvertir la millonaria partida de CVC, el promedio de los últimos años indica un dispendio sin precedentes. Ni siquiera en los mercados de verano. Concretamente, desde que cohabitan en el club José María Durán como director general y Francisco Joaquín Pérez Rufete al mando único del área deportiva.
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*Datos actualizados a fecha 31 de enero de 2022
Esa confluencia se dio a finales de 2019, después de que primero Óscar Perarnau fuera descabalgado de la dirección general deportiva –el 16 de diciembre–, lo que daba plenos poderes a Rufete, y de que el 30 de ese mes Durán regresara al club oficialmente (porque ya llevaba unos días ejerciendo las funciones) en reemplazo de Roger Guasch. Así pues, su primera misión juntos fue el mercado de invierno de la temporada 2019-20, histórico a todas luces, y que no cumplió su misión deportiva original –la permanencia–, pero sí la segunda –el ascenso– y se espera que también el objetivo económico: recuperar con creces la inversión.
El del combo Durán-Rufete fue nada menos que Raúl de Tomás, que ha acabado suponiendo un desembolso de 22'5 millones de euros, entre fijos y variables, al Benfica. Después llegaría Leandro Cabrera, por quien depositó el Espanyol su cláusula de nueve millones al Getafe, club del que hasta pocas semanas antes Durán había sido director general. El tercero en aterrizar fue Adrián Embarba, por nueve millones al Rayo Vallecano, y por quien. Y cerró enero Oier Olazabal, por quien el