Liga Santander | Una hora con Vilhena

Se aproxima el minuto 60 de partido y Vicente Moreno acostumbra a mover el banquillo. Uno de los primeros jugadores en abandonar el campo es Tonny Vilhena, lateral izquierdo en el Krasnodar, ahora extremo en el Espanyol. El futbolista ha jugado desde el primer día, cuando ya participó nueve minutos ante el Betis (1-4).

La incidencia del futbolista en el juego ha ido de más a menos. Empezó como un cañón, decisivo con su gol aunque no sirviera para puntuar, ante el Athletic (2-1). Después, su impacto en el juego ofensivo ha ido a menos. En comparación con Adrián Embarba, titular que ha caído del equipo con la llegada de Vilhena, el holandés promedia peores números en ataque: 1,21 tiros por encuentro, 1,61 regates y 4,82 acciones de ataque. El guadajalarense, por su lado, cuenta con una media de 2,17 tiros, 4,18 regates y 10 acciones de ataque. En la toma de decisiones está la diferencia. En los regates el nuevo jugador tiene un éxito cercano al 80% por menos del 50% de Embarba. Eso genera que Vilhena pierda más balones, uno de los aspectos que ha ido mejorando el Espanyol en este tramo en el que ha reaccionado.

En los guarismos que tienen más relación con la posesión, también Vilhena sale ganando con respecto a Embarba aunque participe menos del juego. El ex jugador de Krasnodar da un 10% menos de pases, pero su acierto es mayor. La confianza le jugó una mala pasada a Embarba, como él mismo reconoció en una conferencia de prensa esta misma semana. El Espanyol también vive más tranquilo por la izquierda que por la derecha. Aunque Vilhena tiene un perfil más defensivo que Embarba, el extremo derecho está obligado a defender más y promedia más acciones que el holandés. Los rivales percuten más por ese costado.

Vilhena llegó en