Las Palmas por delante
Una de las grandes fortalezas de la etapa de Pepe Mel en el banquillo de esta presente temporada era su capacidad para mantener un resultado cuando marcaba a sus rivales. No en vano, en el 80% de los casos que los amarillos se pusieron por delante acabarían ganando. Seis encuentros en casa y dos a domicilio, para sumar un total de ocho victorias.
Si bien es cierto que tan solo Zaragoza y Almería fueron capaces de evitar una victoria grancanaria después de Las Palmas marcara el primer gol de la noche, existía una anomalía, porque las diez veces que se vio por delante en el marcador se correspondieron con las diez ocasiones en las que abría la lata de los partidos.
Esa anomalía amplificaba la sensación de que en muchos partidos Las Palmas llegaba tarde. Algo que comentaba en la que sería su última rueda de prensa el técnico madrileño. «El problema es que te plantas con 1-0 en una jugada que tú ya regalas. Remontas y tienes que escalar otra vez la montaña y al final vuelves a regalar otra vez otro gol», decía Pepe Mel a la conclusión del encuentro ante el Fuenlabrada.
Y es que en la otra cara de la moneda, en 11 de los 23 encuentros con el madrileño en el banquillo de la actual campaña, los amarillos vieron como sus rivales eran los primeros en anotar en el partido. Algo que se vio con mayor reiteración en sus ocho últimos partidos, cuando los rivales se adelantaron cinco veces.
Aunque el problema no estaba en eso, sino en la incapacidad de Las Palmas para acabar ganando si se veía por detrás en el marcador. Una vez el rival se ponía por delante, los grancanarios no pudieron voltear el electrónico en ninguna ocasión, ni al final del encuentro ni siquiera durante. Eso acabó haciendo mella, conscientes de que o anotabas primero o