La Trinidad del Atlético

Cuando los titulares están sanos, la defensa del Atlético es otra. El equipo rojiblanco, jugando durante más de una hora con muchos metros a su espalda y acabando agazapados sobre su área después de no ser capaces de matar un partido donde las ocasiones se habían ido concentrando sin éxito.

En un curso donde los errores individuales atrás han ido lastrando al equipo, la defensa del Atlético fue un bloque, se mantuvo siempre segura, contundente y cuando tuvo que aparecer Oblak demostró que es un guardameta extraordinario, aunque esta haya sido probablemente su temporada más complicada de rojiblanco. Al esloveno también se le ve más seguro cuando tiene por delante a Savic y Giménez, consciente de contar con los dos centrales que mejor conoce y más resolutivos en todas las facetas del juego. Una calma que se traslada entre ellos.

De regreso a una defensa de cuatro, Vrsaljko, Savic, Giménez y Reinildo se afanaron en evitar las llegadas en superioridad y con espacios del Real Madrid. Jovic tuvo las dos más claras para los blancos en las únicas veces que consiguieron superar esa línea. Justo antes del descanso tras una gran intercepción de Vrsaljko a Rodrygo, pero quedando el rebote para que el serbio se estrellase con una extraordinaria pierna de Oblak y en la segunda parte con un balón interior cuyo remate lo interceptó Savic yendo bien al suelo. El resto de intentonas pasaron por disparos lejanos, donde Oblak estuvo muy atento para detener a Valverde por dos ocasiones y a Asensio en los últimos instantes.

Según los datos de Olocip, el portero del Atlético es el jugador más en forma de la plantilla y ha obtenido la mejor puntuación individual en cuatro de los últimos cinco partidos. Todos menos contra el Espanyol, donde quedó