La París-Roubaix, la leyenda de la autopista hacia el infierno
La París-Roubaix es el monumento más singular, la clásica más hermosa. Su singularidad tiene un porqué. Va a la raíz del ciclismo, la épica y el sufrimiento.
, estás sufriendo todo el día como un animal, no tienes tiempo ni para mear, te lo haces encima. Pedaleas sobre barro, es una mierda"
-¿Volverás el año que viene?
-¡Por supuesto, es la carrera más bonita del mundo!
Theo De Rooij, el exciclista neerlandés que después fue el mánager del mítico Rabobank, describió de forma tan perspicaz Donde los corredores extreman su habitual sufrimiento, se sienten únicos, el lugar idóneo para la épica que construye la narrativa del ciclismo. Es el Infierno del Norte, impracticables las carreteras cuando llueve en esos 30 sectores adoquinados que exigen el máximo desgaste y la convivencia con la hazaña para salir airoso.
Es considerada por muchos la mejor de las clásicas
internacionales. Y si llueve se convierte en una trampa
peligrosa para todo el pelotón. Más de 200 kilómetros
en donde solo el pavés, el juez supremo de sus carreteras,
decide al heroico vencedor.
Después de 126 años disputándose, mantiene su fama
de ser la más dura, exigente y terrible de las clásicas de
un día y una de las más antiguas que aún permenecen
en el calendario mundial. Solo fue cancelada tres veces:
1914-1919
I Guerra Mundial
1939-1942
II Guerra Mundial
2020
Pandemia COVID
Perfil del recorrido
El trazado discurre desde Compiègne, ciudad
cercana a la capital francesa, hasta su meta en el
velódromo de Roubaix, en la región de la Alta Francia.
Esta será la 119ª edición.
Roubaix
París
Compiègne
Roubaix
Tramos de pavés
11:15
17:22
30
28
26
24
22
20
18
16
14
12
10
8
6
4
2
29
27
25
23
21
19
17
15
13
11
9
7
5
3
1
Km 0
Troue d’Arenberg
Mons en pévèle
Carrefour l’Arbre
Km 257,5
A principios de marzo de este año, el diario