La otra Roja muere en la orilla

SENEGAL 3 — GUINEA ECUATORIAL 1

La selección más española de la Copa África, Guinea Ecuatorial (), quedó eliminada ante una de las favoritas para levantar el título pero no sin dar guerra. Bien es cierto que en la primera parte fue Senegal la que dominó. No tanto con balón pero sí con las ocasiones. Primero fue Mendy, centrocampista del Leicester, el que avisó con un disparo lejano a balón parado. Pero, como no podía ser de otra manera, el que fue decisivo fue Mané. El extremo del Liverpool no es tan extremo en Senegal y le gusta caer mucho a la zona del volante para llevar el peso de las jugadas. Gracias a una acción así pudo filtrar un balón perfecto a Diedhiou que definió por el palo del portero a gol.

Antes (y después) el 10 ya había dado guerra. Puso varias veces en serio compromiso a Akapo, desbordado cuando el del Liverpool arrancaba en velocidad. No le temblaba el pulso al jugador del Cádiz de entrar fuerte, pero no siempre era suficiente.

Tras el descanso, Guinea Ecuatorial reaccionó. Primero metió el miedo en el cuerpo a Senegal cuando el árbitro pitó penalti tras una combinación entre Nsue e Iban Salvador. Koulibaly tocó el balón con la mano, pero el árbitro, instado por el VAR a ver la repetición, decidió que no tenía el brazo lo suficientemente extendido como para pitar penalti. No obstante, esta acción hizo reaccionar a los guineanos que pocos minutos más tarde empató el partido. En una jugada bien elaborada, Pablo Ganet se encontró con el balón en la frontal y se inventó una gran asistencia para que Buyla marcase con la puntera.

Tuvo una ocasión clarísima Guinea Ecuatorial para coger ventaja en el marcador, pero Nsue no llegó al peligroso centro de Akapo. Perdonaron en el área rival y regalaron en la propia