La luz de Juanmi y la fe de Rui Silva
Daniel Lagos
El Betis encontró el camino de las semifinales de la Copa con el sello de Pellegrini y la firma de Juanmi. Esa alianza que parecía improbable hace unos meses. Esa realidad convertida en disparo de fe hacia el sueño verdiblanco. El malagueño tardó un año y medio en esquivar la pesadilla de las lesiones para catapultarse hasta la cima. Es el goleador inesperado. «Todos queremos que marque Juan Miguel» suena en Heliópolis mientras sus números destrozan expectativas. Ocurrieron muchas cosas en medio de ese doblete. Rui Silva sacó una mano prodigiosa cuando el Reale Arena cantaba el tanto de Isak. En ese periodo de sufrimiento bético, Canales decidió acudir al rescate para crear desde atrás, para demostrar que él sí podía inscribir un amago de cordura en una historia de vértigo. Su pase en profundidad a Álex Moreno en ese 0-2 rompió a la Real.
También hubo otros invitados en el triunfo bético. William Carvalho cubrió más metros que nunca, Bartra mostró fortaleza atrás y Edgar cubrió espacios como pudo en su rol improvisado. Fekir insistió en cada envite, Willian José arañó su gol desde el punto de penalti y hasta Ruibal tuvo un sitio en la fiesta. Sonríe la afición bética, que vuelve a tener un billete de semifinales coperas tres años después. La fórmula Pellegrini sigue disparando ilusiones. ¿Dónde está el techo de este Betis? Quizás sea el chileno el único en saberlo.
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