LA ENTREVISTA Baptista: "Vinicius vino sin hacer"
Julio César Baptista (Sao Paulo, 40 años) cree tener una buena madera para edificarse un buen banquillo y está entusiasmado con la idea. Tras seis meses en la cantera del Leganés, recaló en Pucela. Dos años. Juvenil B y Juvenil A. Esta temporada dirige al ‘B’, al Promesas, en la Primera RFEF. Lucha por la permanencia con una plantilla con una media de 20 años y más interesado en forjar buenos futbolistas para el primer equipo que vivir del resultado de cada semana.
No le importaría a Julio, Hulio que diría su amigo Joaquín, repetir como entrenador su notable experiencia como futbolista. Al fútbol europeo llegó por la puerta del Sevilla (2003-2005, 84 partidos, 50 goles). Dos temporadas fueron suficientes para que el Real Madrid pagara por él 20 millones de euros. No lo tuvo tan fácil en el Bernabéu y tras una buena primera temporada (2005-06, 45 partidos, nueve goles) fue cedido al Arsenal de Wenger (28/4). Regresó cuando Schuster sustituyó a Capello para ser campeón de Liga (33/4).
Una buena oferta de la Roma le convenció para jugar en Italia y el club blanco recuperó la mitad de lo que había invertido en él. Dos buenos años con Spalletti y un tercero más complicado con Ranieri, le empujaron, a mitad de temporada, a volver al fútbol español, a un Málaga que soñaba en grande. Con los 30 cumplidos volvió a Brasil, al Cruzeiro. Y puso punto final a su carrera con dos experiencias un tanto desilusionantes en el Orlando City (MLS), donde coincidió con Kaká, y en el Cluj rumano. Con la selección brasileña disputó 48 partidos, marcó cinco goles y jugó un Mundial (2010) y ganó una Copa América (2007). Buen conversador, al otro lado del teléfono se muestra encantado con su nueva profesión y no esquiva ningún asunto, incluido el