Kyrie avisa a los aficionados de Boston: "Daré lo que recibo"
El primer partido de la eliminatoria entre Celtics y Nets tuvo, ya se esperaba, mucho morbo.. Y todo giró, o una buena parte del partido, en torno a Kyrie Irving. El base regresaba una vez más a Boston, donde no es especialmente querido. La afición verde todavía recuerda, con muy poco cariño, el complicado paso del playmaker por el equipo y cómo dejó temblando el proyecto con su marcha. Y tampoco les gustó que fuera el base, junto a Kevin Durant y compañía, el que les eliminara el año pasado en primera ronda (otra vez 4-1). El enemigo público número 1 acabando con el equipo al que casi destruyó.
Desde el primer minuto las pitadas se sucedían cada vez que Kyrie tocaba el balón. La estrella no se arredó y cuajó una actuación sencillamente fantástica: 39 puntos, 5 rebotes y 6 asistencias con 12 de 20 en tiros de campo, 6 de 10 en triples y 9 de 9 en tiros libres. Su triple a 45 segundos para el final puso un 111-114 que parecía definitivo y su esfuerzo defensivo fue constante durante todo el choque. Pero una canasta de Jaylen Brown acercó a los Celtics y una de Tatum, tras una jugada marcada por la más absoluta locura, sentenció a los Nets. Un final digno de un encuentro extraordinario. Una auténtica oda al baloncesto.
Kyrie no solo respondió a los pitos y los insultos de la afición de los Celtics con un espectacular juego, también con gestos obscenos y con peinetas controvertidas. Cada vez que se acercaba a la afición, ya fuera para un rebote en los tiros libres o para sacar de banda, recibía improperios de los bostonianos. Se encargó de responderles de diferentes formas e incluso hizo una mímica del lloro para devolver las injurias. Algo que no gustó nada a los aficionados, que respondieron con más silbidos e insultos. El