Koke responde en el campo

Koke no es el jugador con más partidos disputados para Simeone por casualidad. El capitán colchonero, que cada semana está más cerca de alcanzar a Adelardo como el futbolista con más partidos en la historia rojiblanca (ya está en 535 encuentros por los 553 del extremeño), sufrió una lesión muscular después de que el Atlético comenzase a enderezar el rumbo en Pamplona, donde asistió a Correa para cerrar el marcador.

El vallecano no había disputado una buena primera mitad de temporada, muy alejado al gran nivel mostrado el curso pasado dirigiendo al equipo desde el pivote al título de Liga. Y el equipo lo notaba de sobremanera. Durante su lesión, Herrera se hizo con los mandos del medio y Kondogbia fue su mejor complemento en la ida contra el Manchester United y ante el Celta. Y las críticas de ciertos sectores se centraron en Koke como culpable de todos los males de los pocos puntos esta campaña. Sin embargo, Simeone sabe lo importante que es su capitán para el equipo.

En cuanto estuvo disponible regresó directamente al once contra el Cádiz para coger ritmo de cara a lo que se venía, un partido a vida o muerte en Old Trafford. Y en la Champions regresó el Koke de las grandes noches. Puro trabajo, temple, fuerza, kilómetros y calma con balón, fue clave para que el partido siguiese los derroteros que buscaba el Cholo. Junto a Herrera y un De Paul que creció enormemente al centrar su posición con Griezmann en la derecha, Koke participó en el gol anulado a João Félix por un fuera de juego muy justo y dejó hasta tener que pedir el cambio a los 80 minutos por agotamiento después de darlo todo sobre el campo. El capitán acabó elegido por la Champions como el mejor jugador del partido.

Y en Vallecas, el barrio que le vio crecer, dej