Joaquín busca sus límites

«Es un orgullo cumplir la cifra de 600 partidos en el Santiago Bernabéu». Así de tras alcanzar un nuevo hito en su carrera deportiva en la Liga. El contexto lo explica todo. Fin de una campaña histórica. Una. Y un sueño sobre la mesa: seguir escribiendo capítulos de gloria en Heliópolis. Mientras los halagos se disparan hacia él, Joaquín asume el reto de seguir demostrando sobre el césped que puede ser importante pese a sus 40 años. Pero, ¿hasta cuándo?

En el Betis nadie pone límites al potencial de Joaquín. Su edad quedó eliminada de cada parámetro de rendimiento al tiempo que su papel en esta campaña resultó decisivo pese ser una baza secundaria en el plan de Pellegrini. El técnico nunca habla de titulares y suplentes, pero sí advierte de la necesidad de entregar un plan especial al extremo gaditano. Con menos minutos. Con menos kilómetros. Con más cálculos de esfuerzos. Y Joaquín lo acepta. Bajo ese escenario, lo jugó casi todo en la Europa y fue providencial en la Copa al anotar el gol decisivo de la y uno de los penaltis de la agónica tanda de La Cartuja.

El portuense tiene argumentos de sobra para apoyar su intención de alcanzar a Zubizarreta como jugador con más partidos en la historia de la Liga (622). La Inteligencia Artificial de Olocip también muestra cifras reseñables en torno al momento que atraviesa el futbolista. Es una garantía a balón parado al ser el segundo jugador del equipo con más impacto en este parámetro, sólo por detrás de Fekir. Pese a jugar menos de 500 minutos en esta Liga, resulta una figura de peso en las jugadas de estrategia cuando está sobre el césped. Además, resulta llamativo comprobar que su aportación al equipo a nivel defensivo se elevó respecto a campañas anteriores en un claro guiño