Indian Wells, tierra de milagros
A nadie le debería sorprender, pero es imposible no sucumbir a la emoción. Cada vez que Rafa Nadal pisa una pista de tenis, la licencia para imaginar grandes gestas, remontadas épicas y guiones hollywoodienses es total. Ese 3-6, 6-7, 2-3 y 0-40 que lucía en el marcador de, cuando el win predictor del torneo sólo otorgaba un 4% de posibilidades de ganar al balear, es, seguramente, el mejor ejemplo posible. Por el momento, su significado y el contexto, tanto físico como emocional. Una remontada de época, pero que se suma a tantas otras. Lo lleva haciendo desde siempre y siempre emocionará, por veces que suceda. Es una de las grandes virtudes del deporte, es la capacidad de esos seres humanos que están tocados por la varita de la genialidad.
Tras el tenista ruso, que deberá llegar a los cuartos de final de Indian Wells para conservar su número uno en el ranking, Sebastian Korda. Los algoritmos, temerosos de volver a negar la capacidad heroica de Nadal, no mostraron porcentajes de posible victoria, pero, de nuevo, hubieran sido muy bajos para el tenista español. Lo suyo escapa de toda lógica. Al menos, de la matemática. Korda, tras un decepcionante primer set y un excelso segundo, no pudo contener el vendaval cuando sólo necesitaba un último toque de gracia en el tercero. «Pensé que perdía, así que… Y en Australia tuve un sentimiento muy similar. Pero eso no quiere decir que no vaya a seguir intentándolo o seguir luchando»,. Nunca se rinde y, más veces de las concebibles, encuentra premio. Especialmente, en Indian Wells, donde su maleta de imposibles ya guarda varias imágenes icónicas.
El Masters 1.000 estadounidense no tardó en descubrir la indescriptible capacidad de Nadal para voltear situaciones adversas. El tenista


