Herida leve, vuelta a lo grande

Don't you know you might find / A better place to play? (¿No sabes que podrías encontrar un lugar mejor en el que jugar?). El choque de estilos, la posesión frente al repliegue. El partido era a 180', el Cholo no tenía prisa. Todo comenzó como se esperaba. El City, como equipo de Guardiola, con la pelota y jugando desde atrás. El Atleti, como equipo del Cholo, en bloque, a la espera del error, de la contra, sin fisuras. Las pizarras chirriando como placas tectónicas en su roce. Simeone sorprendió con la inclusión de Vrsaljko, dejando a De Paul en el banco, Pep con De Bruyne casi de falso '9', en todas partes. El Atleti, en su encierro, era solo pases en largo en busca de carreras a ningún lugar de sus puntas, João y Griezmann. Enseguida las detenía el City. Un City que tocaba y tocaba buscando fisuras a ese equipo encerrado en su campo. Cancelo y Mahrez iban sumando metros por la derecha. El primer uy fue suyo. Un disparo desmadejado entre piernas entrometidas como hachas. Al agua que caía del cielo se sumaba la otra. La del cuero, la del balón, la de Guardiola. Sólo le faltaba una cosa: rematador para la lluvia de centros laterales.

You ain't ever going to burn my heart out (nunca vas a quemar mi corazón). La pizarra de Pep. Eso parecía gritar el City. Robarle el balón, el mando, el control. La presión adelantada, suya. La recuperación tras pérdida, suya. Las jugadas, las intenciones. La pelota era un oásis en las botas rojiblancas. Incapaces de tres pases seguidos. La presión del City en sus cuellos, sus botas, atadas como bridas. Todo pasaba cerca de Oblak. 20 hombres a sus pies. Los suyos, los rojiblancos, sin perder un centímetro de posición, bloque granítico, un autobús. Los otros, los rivales, toca que toca. La