“He firmado hasta que… ojalá esté muchos años aquí”

¿Qué aprendió en sus años como ayudante de José Mourinho?

Tácticamente siempre aprendes, tanto de José, como de otros, de ver partidos. Pero de José lo que me dio el empujón a poder entrenar fue la honestidad como habla a los jugadores. En mi etapa como futbolista había entrenadores que te decían lo bueno que eras y después nunca jugabas. Y no quería que eso me pasase a mí. Me resultaba complicada la gestión de grupo y con José te das cuenta de que no hay mejor virtud que la honestidad. Hay veces que el jugador no te va a entender o no le va a gustar lo que le dices. Pero después se dará cuenta que es verdad lo que se le dice y no que se le han engañado. Tenemos buena relación. Es lo que tiene el fútbol y lo que me ha dado la gente que conoces: las amistades que haces y que realmente conoces a las personas. No conocer a las personas lleva a cometer errores, la relación que nos une con él, Silvino, Morais, Rui (el equipo de trabajo del portugués) va más allá que la de un simple cuerpo técnico.

¿Cuál es su concepto del fútbol?

Un equipo debe tener el carácter de su entrenador. No hay mejor seña que un equipo sea como su entrenador. Mi sello es un poco lo que se vio el otro día (contra el Atlético). Muy poco porque aún se tiene que ver más. Un equipo comprometido y organizado, si el entrenador te lleva a eso, y con la calidad que hay aquí, con confianza jugar lo mejor posible al fútbol. Un equipo organizado, comprometido y que sea capaz de crear peligro al contrario cuando tiene el balón.

¿Qué aplica de su experiencia como futbolista?

Ayuda sobre todo a intentar entenderles situaciones que has vivido. Si no las has vivido es difícil. Es verdad que en esta situación no he estado, más han sido mutaciones de presión por ganar