Guede quiere voz y voto en la confección de la plantilla
El Málaga ya piensa en el próximo proyecto. El equipo echará el cierre en Lugo a una temporada horrible con la tranquilidad, eso sí, de tener asegurada su continuidad en Segunda División. La dirección deportiva lleva tiempo trabajando en las decisiones que hay que tomar para recomponer una plantilla que ha estado muy por debajo de lo esperado y en la que se presumen numerosos cambios para tratar de dar un cambio radical al equipo.
Al frente del banquillo estará Pablo Guede, que tiene contrato hasta 2023. El técnico le ha bajado el pulgar a varios jugadores en este tramo final del curso, tiene muy claro con quiénes no cuenta con vistas a la próxima temporada y también que quiere participar de forma activa en las decisiones deportivas que tome el club.
Guede quiere voz y voto en la confección de la plantilla y tiene muy claras sus preferencias y las características que deben reunir sus jugadores, tanto a nivel futbolístico como en cuanto a carácter, personalidad y actitud lejos del terreno de juego.
El argentino se ha visto obligado a abordar un buen puñado de conductas inadecuadas de sus futbolistas y ha tenido unos cuantos encontronazos con varios de elloss en las últimas semanas. Tiene muy claro cuáles son los códigos y las líneas rojas que no deben traspasarse nunca dentro de un vestuario y no le tiembla el pulso a la hora de tomar decisiones como ha sucedido en estas últimas jornadas de Liga con jugadores como Antoñín, Kevin, Víctor Gómez o Paulino.
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