Griezmann busca salir del túnel

«Necesita ese gol que le arranque el tapón», deslizan quienes trabajan con Griezmann día a día en el Cerro. Ese gol que rompa para que los demás lleguen en tromba. Hacía diez años que el francés no vivía una sequía tal, doce partidos en Liga sin marcar, 18 con la Champions. La última vez que celebró uno fue en la Copa del Rey, ante el Majadahonda, 6 de enero. El último en Liga fue mucho antes, en noviembre, ante el Cádiz, 28 de noviembre. Seis meses han pasado. Y Antoine (31 años) siempre fue un jugador de rachas. En toda su carrera ha alternado picos y valles: seis partidos sin gol, ocho seguidos con él. Pero, las explosiones las tapaban, hasta 14 goles las hacían olvidar.

El pasado domingo Griezmann saltaba al derbi con un nuevo corte de pelo. Y en su caso no es un gesto sin más, otro look, ya. A lo largo de su carrera ha llevado distintos peinados, aquella cresta icónica que lucía cuando comenzó a brillar en el aire, el pelo largo, corto, de color azul. Un gusto por cambiarse el pelo heredado de su madre, Isabelle. Cuando volvió al Atleti el pasado septiembre, pisó el Metropolitano con un 'nuevo pelo', corto, dejando atrás la melena larga que había llevado como culé, a lo Beckham, el jugador que era su ídolo de la infancia, y que había comenzado a dejarse crecer en su última temporada como rojiblanco, antes de irse al Barça en 2019. Otra señal. Un corte con lo anterior. El del domingo es su segundo gran cambio de look en su segunda etapa como rojiblanco. En medio de la sequía más grande de su carrera.

«Es un cambio para resetar modelos», analiza a AS Andres Paris, pedagogo deportivo. «Y vienen muy bien, para anclarlos». Un cambio que grita: «Quiero cambiar, quiero ser Griezmann». Durante el partido volvió a verse a un