Griezmann, baja segura
El 26 de enero fue un espejismo. Entrenamiento del Atlético: Griezmann saltaba al césped del Cerro del Espino junto a Óscar Pitillas, recuperador rojiblanco, y lo hacía con intensidad, probándose en disparos a puerta, en desplazamientos de balón. Quedaban 12 días para el Barcelona-Atlético de la jornada 23ª de LaLiga, 12 días para el Camp Nou. La progresión parecía la idónea, la marcada en los plazos cuando el 6 de enero, en su reaparición, el partido de dieciseisavos de la Copa del Rey, Rayo Majadahonda-Atlético, jugó 19 minutos y recayó de la lesión en los isquiotibiales sufrida en el derbi ante el Real Madrid de Liga, el 12 de diciembre de 2021. Pero esos 12 días han ido pasando y Griezmann no estará en el Camp Nou. No llega.
El miedo a esa palabra, recaída, lo llena todo. La recuperación va más lenta de lo previsto,, justo para regresar en el Camp Nou. La musculatura isquiotibial es fundamental para un futbolista con explosividad y potencia como es el francés. Simeone no lo va a arriesgar hasta que no tenga la certeza de que no va a volver a romperse. El partido marcado en rojo para los rojiblancos en el calendario de este febrero es el de la ida de octavos de final de la Champions ante el Manchester United. Aún queda mucho, pero la única ambición del Cholo es que Griezmann pueda llegar. A día de hoy está en duda.
Que queda mucho, 20 días todavía, que va lento pero firme, que la ambición es esa, que falte en el Camp Nou pero esté ante el United, que llegue. La recaída del francés de su lesión fue un duro golpe para el entrenador. Perdía a su mejor futbolista, al jugador en el que el argentino más cree, en su peor momento, el del Cholo. Cuando las derrotas cercaban (por primera vez cuatro desde que tomara el mando del