FÚTBOL Tres penaltis y la cabeza de Luuk de Jong
Alfredo Relaño
Hasta anoche no le habían pitado ningún penalti en contra en LaLiga y ayer le pitaron tres. El fútbol está manejado por duendecillos traviesos que maquinan estas trastadas. Tres penaltis contra el Barça en un partido no son cualquier cosa y encima llegan a los pocos días de que el Madrid tuviera tres a favor en Vigo, para mejorar el guion. Pero la cosa es si fueron penalti o no. Alves pone el brazo para que el rival no pase, y éste se hace el muerto; a mí me deja dudas. La mano de Eric lo es por el Nuevo Testamento; yo no veo dolo, tiene la mano ahí de forma natural, pero… En cuanto a Lenglet, es un cenizo de torpeza extrema. Siento decirlo así.
El Levante, que tan necesitado anda de puntos, no sacó partido. Se culpará de ello a Roger, que tuvo la desgracia de fallar el segundo cuando la cosa estaba 1-0 y Xavi miraba desconsolado mientras preparaba la entrada de Gavi y Pedri para reactivar a su equipo, que andaba dormido. El 2-0 a esas alturas hubiera parecido definitivo, pero Roger lo falló, entraron los chavales y de ese frustrado 2-0 se pasó a un 1-2 fulgurante, el primero en un excelente pase de Dembélé a Aubameyang que este despachó con un cabezazo impecable y el otro en un jugadón de los dos chavalines, con Pedri metiéndola. Pedri se está amigando con el gol.
Parecía todo resuelto, pero entró Lenglet, especialista en estropicios, y tardó poco en hacer el más estúpido de los tres penaltis. Este sí entró y al Barça le tocó remar de nuevo en busca de unos puntos que necesita, no para perseguir al Madrid, que sólo es un señuelo, sino para escapar del Betis y quien más pueda aparecer por detrás, porque el cuarto puesto es la línea roja de la que ni el Barça ni el Atlético pueden bajar. Ni sus aficiones ni