El Wolfsburgo mostró la cara más humana del Barcelona. Quizá fue por el 5-1 de la ida, o por el empuje local. Igual por la confianza del recital del Camp Nou. O porque enfrente estaba uno de los mejores equipos de Europa, aunque hace poco más de ocho días no lo pareciera. El conjunto alemán supo plantar cara al Barcelona, quitarle el balón a ratos y meter incluso el miedo en el cuerpo. No estaban cómodas las azulgrana desde el inicio y, en la segunda parte, sufrieron para sellar su pase a la final de Turín. Una demostración de que hasta el mejor equipo del mundo puede tener un mal día...
Giráldez salió exactamente con lo mismo que en el Camp Nou pero, esta vez, el Wolfsburgo tenía bien estudiado todos los errores que cometieron en Barcelona. Con las líneas más juntas, sin dejar tantos espacios, entorpeciendo la circulación azulgrana y no dejando respirar a Alexia, las alemanas iban llevando el partido donde querían. A pesar de ello, la primera ocasión fue azulgrana, para Hansen, pero Schult volvió a aparecer. Wassmuth respondió a los pocos minutos tras una mala salida de Paños. Las alemanas querían, pero el Barcelona, jugando con el resultado, iba dejando pasar los minutos. Jenni y Aitana tuvieron sendas ocasiones. Pero las lobas también tenían las suyas. Mapi salvó el gol de Pajor tras una mala entrega atrás, Irene estuvo perfecta en un dos contra dos de las alemanas. El Barcelona contemporadizaba el partido, movía el balón y buscaba la portería contaría quizá sin esa mordiente de otras ocasiones. Roord tuvo otra clarísima en un mano a mano que ganó Paños y Schult sacó el pie para evitar el tanto de Patri. El partido estaba divertido, pero faltaban los goles.
Tras la reanudación, llegó el gol. Wassmuth aprovechó un balón
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