Fury revienta Wembley
Hace cinco años, ante 90.000 almas y pasó a un escalón superior. Hoy en día, AJ no pasa su mejor momento, buscando rehacerse de su, y otro inglés, Tyson Fury (31-0-1, 22 KO) tiene su trono. Solo le faltaba un 'palacio' y lo estrenará. En el mismo lugar que encumbró a Joshua, se enfrentará a Dillian Whyte (28-2, 19 KO). Más allá del combate, el envoltorio y el mensaje que quiere enviar es lo más llamativo. Una distribución diferente del ringsite, ayudado por una permisividad mayor de las autoridades (limitaron a 90.000 fans por motivos de seguridad), le permitirá pelear ante 94.000 fans, el evento con mayor afluencia en la historia del estadio. La era del 'Gipsy King' comenzó con sus dos KO's a Wilder (el último, ), pero tendrá su puesta de largo este sábado en Londres.
El pleito en sí también tiene morbo, aunque Fury es muy favorito. Whyte, que solo ha perdido ante Joshua y Povetkin en su carrera, es campeón interino WBC y lleva años esperando esta oportunidad. Al fin le ha llegado su momento, pero a sus 34 quizá sea algo tarde. Su boxeo, tosco, se caracteriza por su pegada y por su arrojo… aunque en sus últimas apariciones ha generado dudas. Está claro el plan que buscará: una guerra para intentar que Fury no esté cómodo. El campeón, por el contrario, llega en el mejor momento de su carrera. A sus 33 años está más centrado que nunca y con un boxeo exquisito. Con 2,16 de envergadura (18 centímetros más que su oponente) no debería de tener problema para mantener la pelea en la larga distancia y desde ahí castigar a Whyte del mismo modo que hizo con Wilder.
Fuera de lo estrictamente deportivo, el duelo significa mucho para Fury. Durante toda la semana, gracias a su peculiar forma de ser, ha sido noticia. Todos los focos le


