Frenazo antes de París
Nada ha vuelto a ser igual desde la Supercopa. En aquel avión rumbo a Arabia Saudí embarcó un Madrid casi imbatible, capaz de encadenar diez victorias seguidas y liderar tanto LaLiga como su grupo en Champions con -moderada- tranquilidad. Enero había suscitado algunas dudas, sobre todo por el traspiés del Coliseum, pero el rumbo pareció encauzarse a golpe de 'supertítulo'. Nada más lejos de la realidad. Aquel mismo avión, una semana después, trajo de vuelta a un equipo humano, vulnerable, que encadenaría tres pinchazos y haría saltar las alarmas.
Desde aquella final contra el Athletic el Madrid no ha vuelto a ganar. Han sido tres tropiezos seguidos que evidencian un bajón. Algo falla. Los de Ancelotti sufrieron tinta china para seguir con vida en Copa, teniendo que irse a la prórroga contra el Elche y ser salvado por una heroica de ADN, empataron tres días después contra el mismo rival en el Bernabéu y el pasado jueves, lejos de disipar dudas y dar un puñetazo sobre la mesa, estas se acrecentaron siendo engullidos por el Athletic en Copa.
Ese partido fue, por números y sensaciones, el más preocupante de todos. Poniendo en comparación la última victoria en Liga () y la reciente visita a Bilbao, el Madrid ha sido un equipo con diez puntos menos de posesión (67-58%), que disparó casi dos tercios menos (23 en Liga, por sólo siete en San Mamés) y dejó de pisar campo rival hasta 30 veces (111 ante los Murciélagos; por 81 ante los Leones). Todos estos datos proceden de la fuente oficial facilitada por LaLiga.
Claro que aquel 8 de enero, ante el Valencia, hubo un nombre propio con el que cualquier tormenta siempre pasa a llovizna: Benzema. El francés faltó tanto en el Martínez Valero como en San Mamés, y pese a sí jugar en casa