F1 | GP de Mónaco: El diluvio arrastra a Leclerc y Checo gana delante de Sainz
Era el domingo soñado del yerno perfecto, desde que salió de la cama hasta que aparcó el Ferrari en la primera posición de la parrilla de Mónaco. Charles Leclerc era el poleman de la carrera en la que nadie puede adelantar, en su circuito, ante su gente. Escuchó el himno nacional con las autoridades y giró la vista hacia su F1-75, confiado como casi siempre en este 2022 que va a disparar su caché. Pero entonces, empezó a llover. Gotas tímidas, pesadas, cargadas de agua en un entorno de humedad máxima. Lluvia intensa después, cortinas de agua que bañaron el Principado en dos tandas. La salida se retrasó una hora, con decisiones cuestionables del director de carrera que se explicarán después. Para cuando se marchó la tempestad, las cartas del joven Charles ya estaban marcadas. El domingo ya nunca sería plácido.
Una bandera roja contuvo al pelotón durante eternos minutos de desconcierto. Para cuando dejó de llover, salieron los coches detrás del ‘safety car’ y se decretó una salida lanzada que jamás podría alterar el orden, porque no hay sitio para los intrépidos entre los guardarraíles. Eran Leclerc, Sainz, Pérez y Verstappen, por ese orden, los que soñaban con hacer algo grande aquí. La partida, que no arrancada, fue limpia para todos con los neumáticos de lluvia extrema, pero Gasly inquietó al grupo desde atrás cuando cambió a gomas intermedias y todos empezaron a mirar de reojo sus tiempos. El primero que se animó delante, vuelta 17, fue Checo. Resultado: un ‘undercut’ de libro a Leclerc, que esperó dos vueltas. Verstappen copió la estrategia de Charles. Sainz se negó a entrar porque opinó que había que ir directos a por las ruedas de seco y a partir de entonces lideró la prueba.
Pero la pista se secó muy rápido y apenas