Expeditions: Rome, análisis. Vae victis - MeriStation
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La época del final república y el inicio del imperio romano ha sido un marco temporal en el que se han situado muchos y buenos juegos de estrategia, pero hasta ahora ninguno había tratado el tema con la profundidad y el respeto histórico con que lo ha hecho Expeditions: Rome.
El juego de Logic Artists es la evolución natural de sus dos anteriores entregas: Conquistador y Vikings, pero multiplicando sus opciones y adentrándose en un territorio que, aunque tiene como gran fundamento el combate táctico, no renuncia ni a la aventura ni a la estrategia.
Cuando el jugador se embarca en la aventura un joven patricio cuyo padre ha sido asesinado en una conspiración, tiene la sensación de que viaja a un lugar desconocido donde todo son dificultades y donde los aliados de hoy pueden ser enemigos mañana. Expeditions tiene la enorme virtud de que, a pesar de ser un juego de estrategia, da un peso descomunal a la historia y en todo momento se siente que se es parte de un lienzo mucho más grande que solo se va descubriendo a medida que se progresa en la partida.
En su marcha forzada de Roma, el joven se ve destinado a Asia Menor, donde como legado se hace cargo de una legión, el juego empieza a mostrar sus cartas. Por un lado, hay un importante componente de rol y aventura tanto en el tratamiento como en la evolución de los personajes. Por otro presenta un factor estratégico en el mantenimiento y dirección de una legión. Y por último están los combates tácticos, al estilo X-Com, en el que habrá hacer frente a diversos tipos de enemigos.
Rome muestra una historia creíble que se enmarca en los años finales de la República, donde la corrupción y las rivalidades entre las distintas familias que controlan el Senado son más