Esta vez sí: peor imposible
Otra carrera de Carlos Sainz que dura demasiado poco, ni dos curvas. El madrileño salía cuarto en el GP de Emilia Romaña, la arrancada de los Ferrari no fue especialmente buena y a Carlos le superaron los dos McLaren. Llegó emparejado con Ricciardo a Tamburello y el australiano, ya dentro de la curva, le tocó y le hizo trompear. El F1-75 quedó atrapado en la grava, otra vez, exactamente como sucedió en Melbourne a las primeras de cambio. Aunque con una diferencia importante: esta vez Sainz no tuvo ninguna culpa y el incidente no es achacable al español. La FIA no sancionó a Ricciardo porque lo consideró incidente de carrera.
Es un jarro de agua fría para las aspiraciones del madrileño esta temporada, porque los dos podios en las carreras de Bahréin y Arabia Saudí se deslucen entre dos abandonos consecutivos casi sin tiempo para demostrar sus capacidades, en Melbourne e Ímola. Leclerc se escapa en la clasificación, pero también otros rivales como los dos Red Bull. Y eso es un problema.
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