Ericsson asalta la banca

Marcus Ericsson se bebió el trago de leche más sabroso de su vida el pasado domingo al cruzar la meta de Indianápolis como el flamante ganador de la 106ª edición de las 500 Millas tras salir quinto en parrilla y, gracias a ello, asaltó la banca. Es bien conocido lo suculenta que es la bolsa de premios que se reparte en la gran carrera de la IndyCar, pero en sus más de cien años de historia jamás se habían alcanzado unas cifras tan altas como las de este 2022. Y es que el sueco se ha llevado el premio más alto de siempre: ¡3,1 millones de dólares!

Para los que nos manejamos en euros, 2.906.684, una cantidad igual de astronómica que se suma a la alegría de por vida que supone ser un ganador de la Indy 500. «No me lo puedo creer, estoy muy feliz», comentó el expiloto de F1 nada más recién coronarse en Indianápolis después de un triunfo que cimentó en una gran defensa sobre O’Ward en los instantes finales. Pues lo estará incluso más después de saber lo que supone su victoria en dólares, que casi dobla la cantidad que se llevó Castroneves (1,5 M€), el anterior ganador.

O'Ward, el segundo en meta, ocupa la misma posición en esta lista con un millón de dólares (937.000 €), pero el orden no se respeta a partir de la tercera posición. De hecho, Kanaan, tercer clasificado, ni aparece entre los diez primeros, en su lugar está Dixon, que fue 21º pero también el que más vueltas lideró, lo que también se tiene en cuenta para el reparto y por eso se lleva 662.000 €. Palou, noveno en carrera, es quinto en ganancias con 534.000 €, incluso un poco más de lo que se llevó en 2021 por ser segundo.

En total, se reparte una increíble bolsa de 16.000.200 dólares (15.002.427 €), y todos ellos merecen la pena según Penske, propietario del circuito y