El inmortal Jorge Molina

Jorge Molina se ha convertido en inmortal. El veterano delantero sigue rompiendo récords y demostrando que en el fútbol la edad es solo un número. En su DNI dice que el de Alcoy supera los 40 años, pero sobre el verde se convierte en un veinteañero. Eso sí, con la inteligencia de quien lleva más de dos décadas jugando al fútbol. Su leyenda se agranda y ante el Mallorca siguió batiendo récords.

El delantero salió poco después del descanso por la lesión de Luis Suárez. El Granada ganaba 1-2 tras el gol de Escudero. Él lo cambió todo. En su primer balón realizó un desmarque al espacio para asistir a Puertas que puso el tercero. Poco después cogió el balón en la frontal del área y no se lo pensó dos veces: tiro raso y plano pegado a la cepa del palo para ahuyentar los fantasmas después de que el Mallorca recortase distancias en el marcador. No contento con eso, antes del final quiso dejar su sello dos veces más. Primero ganando a la defensa un balón que parecía imposible para asistir a Uzuni, que se estrenó como goleador. Después para controlar dentro del área y firmar su doblete con el sexto del Granada. El conjunto nazarí firmaba así la mayor goleada a domicilio de su historia cuando más hacía falta, cuando la soga del descenso más apretaba. Y fue un jugador con más de 40 años el que guió al equipo.

Con ese doblete, Jorge Molina se convirtió en el primer jugador con más de cuarenta años en marcar dos goles en un partido de Primera División. Es más, es el segundo jugador con más de 40 años junto con Donato en marcar en la máxima categoría.

A esto hay que añadir que es el primer jugador que logra cinco goles contra un mismo rival (contando los tres que le hizo al Mallorca en Los Cármenes) en una misma temporada, sin pertenecer