El desplome de Ciudadanos

Valladolid ha salvado a Ciudadanos del descalabro absoluto en las elecciones autonómicas de Castilla y León, pero la formación naranja sigue en caída libre. Después de unos años donde tuvo un papel más o menos importante, el partido liderado ahora por Inés Arrimadas no para de sumar fracasos y se abocan poco a poco a la absoluta irrelevancia. Los comicios anticipados han puesto una piedra más al derrumbe de la formación.

Tras sacar 12 escaños en las elecciones de 2019, que le valieron para entrar en el gobierno pactando con el Partido Popular, este año apenas han conseguido un procurador. La fallida moción de censura en Murcia inició un año convulso en el que Ciudadanos no ha parado de ver cómo su relevancia nacional se ha ido desintegrando. Su expectativa más realista en estas elecciones era obtener un escaño, el de Francisco Igea en Valladolid, y ha logrado cumplir con ella.

2021 fue el año del inicio del retroceso de la formación naranja. El primer varapalo llegó en las elecciones de Cataluña, en las que había triunfado en 2017, obteniendo 36 escaños. Sin embargo, 4 años después el partido de Arrimadas, esta vez con Carlos Carrizosa en cabeza, perdió 30 de esos procuradores, iniciando un ciclo de continuos reveses para Ciudadanos.

Poco después llegó otro golpe duro a los intereses del partido. Isabel Díaz Ayuso convocó comicios anticipados en la Comunidad de Madrid. Y, de nuevo, el resultado fue otro fracaso. Esta vez, Ciudadanos, con Edmundo Bal como cabeza de partido en la comunidad, no fue capaz de conseguir obtener los votos necesarios para tener un solo escaño, por lo que se quedó fuera de uno de los gobiernos clave del país. Entre medias, una fallida moción de censura en Murcia que le alejó del PP a nivel nacional