El Depor toma oxígeno antes de la hierba artificial del Sanse

El Deportivo respiró aliviado este domingo cuando el colegiado Pérez Fernández pitó el final del encuentro ante el Calahorra. El conjunto coruñés ponía fin a una racha de tres derrotas para recuperar el liderato, al menos hasta que el Racing juegue su partido aplazado. Con el objetivo cumplido, Borja Jiménez ha decidido variar su habitual rutina de trabajo y dar dos días libres a sus jugadores, que no regresarán a Abegondo para entrenarse hasta el miércoles (10:30 horas).

La decisión del técnico abulense está motivada por la fatiga que comienza a acumularse en varios jugadores después de una semana con tres encuentros (SD Logroñés, Racing y Calahorra). Lapeña, Trilli o Villares son algunos de los futbolistas que terminaron reventados el encuentro ante el Calahorra y a los que la acumulación de minutos les pasó factura. El central,, tuvo que pedir el cambio y en la vuelta al trabajo se comprobará su estado.

Pero si el descanso físico era necesario, el mental todavía más. La plantilla ha acusado la mala racha de resultados bajando su nivel partido a partido, con el duelo del Calahorra como culminación. El encuentro fue una sucesión de pases errados, nervios y malas decisiones inéditas hasta la fecha. Buen ejemplo de la tensión acumulada fue la explosión de Quiles en su gol, más que a marcar el 2-0 en la jornada 24ª ante un rival situado en media tabla.

Borja sabe que, tras dilapidar la ventaja en la clasificación, la presión será exponencial y ha dado estos dos días de descanso a sus jugadores con el objetivo de que desconecten y regresen limpios para lo que falta. El siguiente reto no será, además, nada sencillo. El Deportivo tendrá que visitar a un Sanse en racha (tres victorias seguidas) en la siempre incómoda hierba