El dedo de Joel Embiid seguirá sufriendo al menos un día más
Los Sixers querían cerrar la eliminatoria ante los Raptors por la vía rápida. Los canadienses lo dejaron claro: «Por encima de mi cadáver». Con 3-0 en contra y las molestias físicas en jugadores como Thaddeus Young, Fred VanVleet o, sobre todo, Scottie Barnes (Novato del Año de la 2021/22, como fue anunciado antes de jugar) la impresión era que estaban más en el otro lado de la vida que en éste, pero la NBA cambia a cada minuto que pasa. En las últimas horas se ha destapado una lesión de Joel Embiid en el dedo pulgar, que se supone que lleva ahí un tiempo y se ha agravado últimamente. A juzgar por el triple ganador del partido anterior, quién lo diría. Pero Rivers lo confirmó y durante esta nueva cita, en el horario de mañana de Canadá, se le vio tocarse con preocupación esa zona cuando recibía algún golpe. Con o sin ello los locales ejercieron de ello, pusieron presión donde tuvieron que hacerlo y dominaron un encuentro -con 110-102 al final- que obliga a un quinto, ya en Filadelfia y sin descanso para Embiid.
Es un problema para los Sixers no haber planificado bien una posible baja de Embiid. Rivers no confía en los suplentes que realmente pueden ocupar esa posición central, DeAndre Jordan y Paul Millsap, y le dio minutos de refresco al camerunés con Paul Reed, que lo hizo bien con 8 puntos en sólo 9 minutos. Pero eso refrenda que no hay sustituto y los de Philly tendrán que tirar de Joel sí o sí. Por eso querían hacer un último esfuerzo en el cuarto y ganar aquí la serie. No pudieron porque simplemente fueron peores.
Después de un primer cuarto de tanteo en el segundo, a pesar de que VanVleet se fuera al vestuario con la camiseta rota y dolor en la rodilla, los Raptors sacaron ventaja. Y mantuvieron el control hasta el


