El Barça y los salmones del Eo

Xabier Fortes Lopez

Pocas horas antes de que el Barça recibiese al Mallorca en el Camp Nou, en A Pontenova (Lugo) esperaban ansiosos el tañido de las campanas que anuncia la captura del primer salmón de la temporada en el río Eo, que divide Galicia y Asturias. Es el principal reclamo de esa comarca, la gran fiesta del pueblo. Sin embargo, ni con cebo natural, cucharilla, mosca o ninfa se puso fin a la prolongada sequía de capturas. Lo seguirán intentando en lo que queda de temporada, inasequibles al desaliento, aunque corran malos tiempos para esta especie y esa afición.

También en Can Barça sobrevolaban ayer malos presagios, después de tres derrotas consecutivas en casa y en plena sequía goleadora. Varios de los cañistas azulgranas eran conscientes de que podrían no renovarle la licencia para la próxima temporada. La victoria permitió en todo caso asegurar virtualmente la clasificación para la Champions y evitar una veda en la competición más atractiva. Dicen que los salmones tienen querencia a remontar siempre las mismas aguas continentales, a pesar de los obstáculos que van a encontrar río arriba, en busca del lugar de la freza. Al Barça también le espera una remontada llena de obstáculos, corrientes, represas y depredadores, pero en su instinto genético está el intentarlo, como los salmones del Eo.

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