Doncic, contra el futuro que no fue
En sus terceros playoffs en cuatro años (también tres veces all star) en la NBA, ha superado por primera vez la ronda inicial y jugará las semifinales del Oeste. A doce victorias (cuatro menos que cuando empezaron las eliminatorias) del anillo de campeón. Aunque eso son palabras mayores, claro. En una temporada que siguió a un verano convulso y tras un proceso de transformación en despachos (salida de Donnie Nelson), banquillo (Rick Carlisle) y cancha (Kristaps Porzingis), la nota para los Mavericks ya es sobresaliente. Después de dos eliminaciones seguidas contra unos muy odiados Clippers que esta vez se quedaron en el play in, Doncic y su equipo avanzan. Es la primera vez para el esloveno, la primera para la franquicia desde 2011, el año de su primer y único título de la NBA.
Desde entonces, los Mavs habían caído seis veces en primera ronda. Los lazos, sucede con todo en Dallas, hacia aquel equipo campeón y, son inevitables. El alemán, MVP de las maravillosas Finales 2011 en las que sacudió a base de bien el vanidoso árbol de la primera versión del big three de Miami Heat (LeBron James, Dwyane Wade, Chris Bosh), ganó su primera serie de playoffs en 2001… y contra Utah Jazz. Como ahora Doncic, 21 años después. Cábalas. Entones, eso sí, perdieron a continuación (4-1 con los Spurs). Veremos ahora, porque aparece en el camino el más difícil todavía: Phoenix Suns.
Los Suns han sido de largo el mejor equipo de la Regular Season y han llegado por primera vez a 64 victorias (64-18). Mejor que en los años del Seven Seconds Or Less, el equipo que revolucionó el baloncesto con Mike D’Antoni como estratega y Steve Nash como delineante. Mejor que de un Michael Jordan que jugó una serie sencillamente sobrehumana para contener a los de