Hay pocas maneras que escuezan más para ceder tu trono de campeón europeo que perdiéndolo en tu casa, en un derbi y que encima la guillotina la porte un ex al que dejaste escapar. Es lo que le pasó al Juvenil del Real Madrid en la UEFA Youth League. Los cachorros madridistas cayeron en Valdebebas en octavos de final contra el Atlético de Madrid y con noche monumental de esas que edifican carreras como la de la promesa rojiblanca Pablo Barrios. Un mediocentro que salió por la puerta de atrás de La Fábrica hace cuatro temporadas y que le hizo pagar caro al Madrid aquella decisión.
Con Raúl, el entrenador vigente campeón del torneo al menos de momento, en la grada, y Fernando Torres dirigiendo al Atleti aunque el carné lo ponga otro técnico, Barrios desterró cualquier oportunidad para la nostalgia. El mediocentro madrileño, renovado recientemente por el equipo colchonero hasta 2025, arrancó su derroche de magia en el minuto 25. Agarró la pelota en la zona que duele, burló a Mario Martín y Asencio primero con una roulette y luego un recorte antes de colocársela al palo largo a Piñeiro, que en todo caso pudo hacer algo más. Ya fue el martillo rojiblanco en el reciente triunfo (0-1) rojiblanco en Valdebebas. Esta vez además apareció con los clavos.
Reacción. El técnico madrididista Hernán Pérez intentó replicar ese efecto con un futbolista de perfil parecido, centrocampista pero golpeador, como David González. Fue tras el descando y después de que Villar en el 40’ firmase el primer amago serio de respuesta, negada por Iturbe. Mientras los cambios blancos hacían efecto, el Atleti golpeó otra vez con eficacia de cirujano. La misma que convirtió un córner a favor de los madridistas en una contra que cazó al Juvenil blanco y la
Read more on en.as.com
en.as.com