Démare se impone en el esprint de Mesina y Juanpe sigue líder

Desde la Piazza Università de Catania, ambiente amenizado por el mítico Sweet Child O' Mine de Guns N' Roses, echó a andar la con una travesía paralela a las costas de Sicilia durante buena parte del recorrido. Como figuraba en el guion, el desenlace se resolvió en el segundo esprint masivo de la presente edición, donde que supo sufrir en el puerto situado a mitad de etapa para certificar el quinto ganador distinto en lo que va de carrera en otras tantas jornadas.

Sólo Mattia Bais y Filippo Tagliani (tercera fuga para ambos en este Giro), Jaakko Hänninen, Mirco Maestri y Alessandro Tonelli atacaron de salida con la intención de arrojar un puntito de emoción sobre un anodino recorrido. Su ventaja nunca fue un problema para un pelotón que se limitó a controlar la renta en favor de sus velocistas. Pero en la única dificultad montañosa del día, el Portella Mandrazzi de 2ª categoría, el Alpecin-Fenix subió las apuestas. pensando en eliminar rivales de cara a la volata a lo largo de esos casi 20 km de ascenso al 4%, puso a trabajar a sus compañeros y hombres como Caleb Ewan, Mark Cavendish (escoltado por cinco compañeros del Quick-Step para que no perdiera un mundo) y Arnaud Démare quedaron descolgados en cuanto el ritmo aumentó.

'Pocket Rocket' y el de la Isla de Man quedaron fuera de combate y sólo Démare pudo regresar a un pelotón tan lanzado que a 67 km de Mesina, donde Vincenzo Nibali se dio un baño de multitudes entre sus convecinos al término de la etapa, el quinteto de cabeza quedó neutralizado. Sólo quedaba por despejar la incógnita de quién se impondría en la volata, aunque mientras tanto hubo tiempo para ver a Joao Almeida bonificar dos segundos en el último esprint intermedio. El desenlace pudo acabar muy mal, porque