Del presagio de Maradona a hacer historia con Cuba

INTERNACIONAL

Carlos Alberto Vázquez Fernández (La Habana, 1999) cambió de vida a los 3 años. Sus padres decidieron dar un vuelco: de Cuba a Valdemorillo, en busca de un futuro prometedor. Carlos llegó a España y pronto empezó a jugar al fútbol. Además lo hizo con un nombre adaptado a las circunstancias. Cavafe, título de crack. Algo había de destino.

Cuando aún no le daba para acordarse, todavía en su casa de La Habana, Cavafe coincidió con Maradona. El Diego aterrizó en Cuba en el año 2000 y allí trabó muchas amistades: unas buenas y otras malas. Una de ellas, de las buenas, fue con los padres de Carlos Alberto. Le llevaron a ver a su hijo cuando solo era un niño, preocupados por un problema que le dañaba sus tibias. Maradona no se detuvo demasiado en su defecto y lo vio claro: “Ese chico será futbolista. Salió con los pies curvos”.

La siguiente mudanza llevó a Cavafe de Valdemorillo al madrileño barrio de Hortaleza. Ahí dio un salto en su fútbol, en las filas del Canillas. Un central con jerarquía en ciernes. Alto, espigado, con poderío aéreo. Del Canillas al San Fernando y de brillar en su categoría, a la cantera del Atlético de Madrid. Compartió zaga con Manu Sánchez, ahora en Osasuna, y con Montero, en el Besiktas.

En el Atleti la figura de Cavafe fue creciendo. Y él siempre lo tuvo claro: si iba a ser futbolista, quería representar a la selección de Cuba. Así lo manifestó en un medio de su país, donde la declaración se hizo viral y los entrenadores locales empezaron a contactar con él. De aquellas palabras, a la realidad en apenas cinco años.

El 25 de marzo de 2021 Cavafe debutó con la selección absoluta de Cuba, contra Guatemala y haciendo historia. Fue el primer futbolista cubano que vistió los colores de su