De Paul encuentra el camino
Rodrigo de Paul ha sido una de las notas más positivas en el final de temporada del Atlético. El conjunto rojiblanco consiguió certificar en mayo los puestos Champions y posteriormente. Y, en ese sprint final, el argentino ha comenzado a mostrar varias de las mejores cualidades que llevaron al conjunto rojiblanco a hacerse con sus servicios.
Llegar al Atlético no es fácil y el proceso de adaptación con Simeone suele ser largo y costoso, salvo contadas excepciones entre las que se encuentra un Reinildo cuya simbiosis con el entramado defensivo colchonero se ha producido a la velocidad del rayo. Y, en el caso de De Paul, su primer curso en el club no se puede considerar para nada fácil. Desde el primer día importante en los esquemas de Simeone, la sensación de agradar y lucir quedaba completamente apagada por la poca continuidad en los partidos. Buenos pases al espacio alternados con poco peso en la sala de máquinas, pérdidas y sin un posicionamiento claro sobre el césped en el que sentirse cómodo.
La competencia se recrudecía y la mejoría de Kondogbia o Herrera le relegaron durante un periodo del curso al banquillo. Sin embargo, en las últimas fechas se le ha visto más liberado. Acaba la temporada con tres buenas actuaciones consecutivas, marcando en Elche y haciendo un auténtico y siendo uno de los jugadores más lúcidos y activo en la presión contra el Sevilla. Esa llegada al área ha sido uno de los principales puntos que ha logrado potenciar en los últimos compromisos rojiblancos, hasta acabar sumando cuatro goles y dos asistencias importantes en un equipo donde estaba costando que apareciese la segunda línea (Llorente ha bajado de 13 tantos a ninguno).
De Paul es uno de los pocos jugadores que ha conseguido esquivar las


