Cuáles son los síntomas de la hepatitis aguda infantil y en qué se diferencia de la común
La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene notificados más de 200 casos de hepatitis infantil aguda de origen desconocido. Debido al aumento de casos, ya en una veintena de países, la Organización ha considerado esta enfermedad un, según ha informado a principios del mes de mayo.
La hepatitis leve es común en niños después de haber contraído infecciones virales. Los cinco principales virus implicados en la inflamación del hígado son los virus de la hepatitis A, B, C, D y E, así como los adenovirus. El adenovirus 41 es en el que se están centrando las investigaciones de la hepatitis aguda como causa probable por el hecho de estar presente en el 75% de los casos notificados. Este tipo de virus causa comúnmente gastroenteritis aguda pediátrica.
La alarma de esta situación surge de que varios casos han requerido atención especializada en unidades hepáticas, el 10% de los menores ha necesitado trasplante de hígado y que según la OMS hay al menos un menor fallecido por esta enfermedad.
Se trata de un número bajo de casos, pero cuya enfermedad presenta una mayor gravedad. Una de las hipótesis abiertas es que el aislamiento de las restricciones por la pandemia de la COVID-19 podría estar implicado en la falta de inmunización, lo que les habría predispuesto a padecer una forma más grave de la enfermedad. No obstante, esta teoría tiene que ser confirmada por la comunidad científica.
Los casos identificados que han presentado hepatitis aguda manifiestan transaminasas elevadas que producen ictericia escleral (ojos amarillos por altos niveles de bilirrubina), hepatomegalia (agrandamiento del hígado), encefalopatía (deterioro de la función cerebral) y síntomas gastrointestinales como dolor abdominal, diarrea y vómitos. Estos casos