Bola de partido o bola de break

Este amagaba con ser un partido por el título hace dos meses. Ahora no da para tanto, pero conserva una extraordinaria importancia. Para el Madrid es casi un punto final si gana y un punto y seguido si no lo hace. El Barça ha puesto gran parte de sus remotas esperanzas por conquistar la Liga en el duelo. También para el Sevilla es un paso importantísimo en su objetivo de alcanzar el último gran reto de la temporada: . Y en el centro queda la figura de Lopetegui, cuyo salto de la Selección al Madrid acabó siendo un salto al vacío: sólo 14 partidos con el peor ratio de su carrera (1,43 puntos por partido). Aquello fue hace más de tres años y el Sevilla le ha compensado sobradamente .

Mes a mes todo ha ido estropeándose en el equipo andaluz. Primero llegaron las lesiones musculares a decenas, asunto aún bajo investigación en el club. Después, la eliminación en la fase de grupos de la Champions. Más tarde, el adiós a la Copa ante el Betis. En enero perdió a sus tres marroquíes En marzo acaeció el inesperado patinazo frente al West Ham en la Europa League, competición cuya final está programada en el Sánchez Pizjuán. Y finalmente, con una victoria en los últimos cinco partidos, una pérdida de la ventaja de la que gozaba en la Liga. Tampoco el mercado invernal le ha aliviado. Martial, la gran apuesta, no funciona: un gol en diez partidos y una indiscutible falta de adaptación. Tecatito, con un mejor rendimiento, no se ha estrenado como anotador.

El relato parece apuntar a una temporada fallida, pero lo cierto es que el Sevilla, en la competición doméstica, solo ha perdido tres partidos, todos fuera de casa, y dos de ellos ante Barça y Madrid. Y a estas alturas comparece como el equipo que menos tantos encaja de la Liga (22). Su