BARCELONA-NÁPOLES El VAR compensa la falta de puntería del Barcelona
Nápoles decidirá la semana que viene la suerte del Barça en Europa. En un partido que pasó por todas las fases posibles: del tedio a la épica pasando de la bronca a la entrega y la polémica arbitral con un penalti de esos que te hacen perder la fe en el juego, la cosa acabó en empate a uno. El Nápoles no se lo creyó cuando tenía al Barça en la lona, los de Xavi entraron en el partido gracias al VAR y al final su mala puntería les condenó.
El cambio de puesta en escena, de parafernalia, de himno de hora y de épica, de degradación, en fin, de la Champions a la Europa League sólo afectó de entrada a los espectadores del Camp Nou, que por no reconocer, no reconocieron ni la sintonía de la competición y no la pudieron abuchear. Se les pasó por alto, como se le pasó al equipo que lo que disputaba era una competición europea que su entrenador definió en la previa como “una oportunidad”.
Pues bien, los primeros 45 minutos de esta ocasión que se presentaba fueron lanzados a la basura de manera inaceptable por un Barcelona que presentó un par de rotaciones, que de ninguna manera justifican el desastre que se vivió en una puesta en escena lamentable. Tanto, que hasta sorprendió al propio Nápoles, que se fue al descanso ganando por 0-1 pero con la sensación de que de haber apretado un poco más podría haber liquidado la eliminatoria en ese primer acto.
De Jong asumió los galones para ser el líder en el puesto de Busquets sin peso alguno en el juego y Gavi dejó su puesto y con su ausencia el Barça perdió nervio. Es duro, pero es así. La ausencia de un chaval juvenil le resta espíritu al equipo.
Con el Barça perdido y sin amenazar al rival a pesar de disponer un tridente recién comprado el partido languidecía ante los errores de Ferran