Barcelona | El calvario empezó en Getafe
Puede que Ousmane Dembélé cierre un círculo este domingo y juegue su último partido como visitante con la camiseta del Barça. O puede que no, que así de imprevisible, como en el campo, es el francés. Pero fue en Getafe, esta tarde juega en el Coliseum el Barça, donde el francés empezó en 2017 su calvario de lesiones, felizmente olvidado en los últimos meses. Dembélé llevaba, literalmente, tres ratos en el Barça cuando le ocurrió. Había debutado contra el Espanyol, había jugado como titular ante la Juventus y, ya en Getafe, Valverde decidió que jugase su primer partido como titular en LaLiga. En el Coliseum, hizo crack. Antes de la media hora, Dembélé intentó dar un taconazo y se rompió el bíceps femoral de la pierna izquierda. Valverde no entendía nada. Menos con las imágenes posteriores, en las que se vio al extremo con molestias mientras calentaba. Dembélé no dijo nada y se rompió.
Desde entonces, se ha perdido más de 100 partidos en su etapa en el Barça que, curiosamente, sólo ha encontrado continuidad ahora que se acaba. Después de varias recaídas en la pierna izquierda, Dembélé también se rompió el bíceps femoral derecho en febrero de 2020, idéntica lesión a la que tuvo en la otra pierna. «Vamos a hacer un gran fichaje con Dembélé», había dicho Quique Setién días antes de aquello. Ya en la pasada temporada, se rompió el tendón del bíceps de la rodilla derecha en la Eurocopa. Otros cuatro meses de baja.
Dembélé ha cambiado. Durante su primera temporada, el club fue de cabeza con él. Malos hábitos alimenticios, mal descanso, impuntualidades, ausencias en entrenamientos. Todo eso lo fue corrigiendo poco a poco, pero las lesiones seguían apareciendo. Después de sus operaciones en Finlandia a manos de los doctores Sakari