Balaídos estalla contra Mouriño

El presidente del Celta, Carlos Mouriño, vive otro mal momento en su mandato. En junio cumplirá dieciséis años en el cargo y ha atravesado por circunstancias muy difíciles en estos más de tres lustros, con la afición en contra en más de una ocasión. Ayer volvió a revivir esos instantes de desencuentro con su público al recibir una sonora pitada del respetable, que no le perdona su gestión en el 'Caso Denis'.

El malestar de la grada ya quedó en evidencia en el anterior encuentro de Liga disputado en Balaídos contra el Alavés, cuando la afición gritó durante varias veces: «Denis sí, Mouriño no». Ayer, en el último partido de Liga en casa, el cántico favorito del público fue «Denis, quédate». El nombre del mediapunta sonó todavía con más fuerza cuando marcó a los nueve minutos y se besó el escudo.

Sin embargo, el plebiscito final fue el más contundente. En el discurso del presidente durante el acto de homenaje a Nolito, el público abucheó de forma abrumadora a Carlos Mouriño, hasta el punto de que no se entendían muy bien sus palabras, tapadas por la música de viento que llegaba desde la grada. La pitada fue monumental, una sentencia en firme que rechaza su maltrato a Denis Suárez, al que ya ha advertido tanto en público como en privado que debe salir en verano o se quedará toda la temporada en la grada.

No es la primera vez que el presidente del Celta veta a sus futbolistas. De hecho, es ya una norma para aquellos que entran en su último año de contrato y no renuevan. Así le sucedió al canterano Gabri Veiga, vetado para jugar con el primer equipo hasta que no de su contrato. Sin embargo, el ' es diferente, ya que Mouriño obliga al mediapunta a cambiar de agencia de representación para levantarle el veto y permitirle jugar.

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