Arteta asalta Stamford Bridge

El Chelsea sigue de luto. Ni el pase a la final de la FA Cup ha cambiado el tono del conjunto de Thomas Tuchel, que cayó contra el Arsenal. Mikel Arteta llenó de nuevo su once de jóvenes sobradamente preparados, que asaltaron Stamford Bridge después de un partido muy movido, repleto de goles pero en el se volvió a sentir la sanción del gobierno británico, que no dejó vender entradas para el encuentro.

No solo había espacios en las gradas, también en el campo, donde los delanteros se movieron con libre albedrío. Así llegó el primer gol del Arsenal pasados los primeros 12 minutos, cuando Christensen falló estrepitosamente y concedió el 0-1 al novicio Nktetiah. Poco le duraría la alegría a Arteta, que cinco minutos más tarde vio el empate de Werner, un torbellino desde la goleada al Southampton.

El duelo estaba vibrante, lleno de alternativas, pero el Arsenal fue el que se volvió a adelantar con un gol de Esmith-Rowe, que colocó lejos de Mendy el tanto del 1-2, tras un buena jugada hilada por Odegaard. No había tregua, las defensas no comparecían, y entre tanto, Mount colgaba a la olla otro balón para que Azpliciueta hiciera el 2-2 llegando desde atrás.

El capitán lo celebró con pasión y se besó el escudo en el minuto 31. Un momento en el que el equipo de Tuchel fue superior al de Arteta, que después del descanso volvería a aprovecharse de los errores defensivos del Chelsea y haría el 2-3, otra vez gracias a Nketiah. Quedaba media hora y Lukaku, que había salido de inicio pero estuvo muy impreciso, fue sustituido por Havertz. Los blues buscaban la remontada, pero el Arsenal defendió con tesón en los últimos minutos, y en una escapada al área de Mendy, Saka recibió un penalti a favor que él mismo se encargó de transformar. Era