ARGENTINA | San Mamés se rinde a la Argentina de Messi
San Mamés aún tenía una sorpresa, un último baile esta temporada. El estadio que palpita en rojo y blanco bajó el telón de la Liga, pero ofreció una función más, a una hinchada que en cuanto a pasión no tiene mucho que envidiar a la del Athletic: Argentina realizó una sesión de entrenamiento a puerta abierta dentro de la estadía que lleva a cabo en la capital vizcaína como preparación para la Finalíssima ante Italia del miércoles 1 de junio en Wembley, esto es, el campeón de Europa y América. Algo más de 15.000 personas estuvieron atentas a la hora y veinte de ejercicios de Messi y compañía: el anillo inferior veía cómo se llenaban las gradas laterales y casi todas las de detrás de las porterías. Algunos llegaron desde muy lejos, incluso desde Francia.
Hay buena relación de los argentinos con Euskadi. Claudio Tapia, presidente de la AFA, se ha renuido hoy con Jon Larrea, vicepresidente de la Federación Vasca de Fútbol y máximo responsable del Amorebieta de Segunda. El calor se adueñó de La Catedral. El climatológico se emparejaba con el que recibía la selección sudamericana. A las cuatro la explanada de San Mamés era un hervidero de aficionados argentinos. Se desplegó una gigantesca bandera albiceleste y otra de Boca Juniors. A su alrededor cantaban y bailaban los seguidores de la Albiceleste.
El equipo que dirige Scaloni ha aparecido puntual, a las cinco de la tarde. Messi conoce muy bien San Mamés, aquí ha tenido grandes tardes y otras para olvidar. En su salida, el estadio de ha venido abajo. En la sesión, muy suave, se han organizado rondos, posesiones, remates a puerta y un partidillo a medio campo. Todo pasión, sin incidentes reseñables, aunque algún aficionado impetuoso quiso acercarse más de la cuenta al verde