Ansias de ambición en Rusia

Las esperanzas del Betis viajan hasta San Petersburgo para que su estado de felicidad se extienda también en Europa (). y con las miras en una posible final de la Copa del Rey, el equipo verdiblanco sueña también con dar un paso adelante en una Europa League repleta de desafíos. El primero de ellos, camino de los octavos, es el Zenit. En medio de un ambiente cargado de inquietudes en tierras rusas, Pellegrini quiere instalar su sello de brillantez con el permiso de, pero también un puñado de interrogantes debido a su habitual parón competitivo de invierno. El Gazprom Arena, sin frío ni nieve, promete una batalla de ida y vuelta, un combate sin miedos. El Zenit no quiere contenerse. El Betis aprendió a no hacerlo.

En San Petersburgo reina la calma. Al menos la futbolística. A los mandos de su actual proyecto está Sergei Semak, aquel medio centro que fue testigo directo sobre el césped de una de las mayores exhibiciones de fútbol de la selección española en aquel 0-3 ante Rusia en Viena que le entregó un billete a la final de la Eurocopa de 2008. Hasta ese mismo año se remonta el Zenit para recordar su título de la Europa League, cuando batió al Rangers con Anatoliy Tymoschuk sobre el campo. Su entonces capitán es hoy el segundo de a bordo de Semak. Y ambos quieren reconstruir ese idilio continental.

Pero los focos estarán en los jugadores. No está Nabil Fekir, que cumplirá el último de sus tres partidos de sanción tras su agresión a Demirbay. , el otro gran argumento creativo del equipo bético. Pellegrini logró transmitir sus ansias de ganar al grupo y ahora nadie quiere dejar atrás ninguna competición pese a que los desgastes físicos puedan tener consecuencias futuras. El chileno sólo insiste en el presente. Y ahí volverá