"Alonso iba a hacer la pole"

Se marchó de Albert Park ya de noche con más cara de satisfacción que de resignación, porque Alonso llevó al Alpine este sábado a cotas inimaginables y les hizo soñar con un top-4 en clasificación inédito desde que el equipo se llama así. El accidente en la curva 11 por un fallo hidráulico arruinó una tarde memorable del bicampeón español, que brilló en Q1 y Q2 y estaba marcando el récord del segundo sector en la Q3 (nadie lo batió después, si bien era el más corto) cuando la caja de cambios, el motor y la dirección del A522 dejaron de responder frente a la curva 11. «Es increíble la mala suerte que tenemos, porque quizás 27 segundos más tarde, si el coche funciona, estábamos en la pole», reconoció el asturiano, que se encogía de hombros ante la ocasión perdida por «mala suerte».

Según cuentan fuentes del ‘paddock’ con acceso a los registros de GPS de cada monoplaza, Alonso estaba particularmente inspirado en la clasificación, «mucho», «podía hacer la pole, estaba con Leclerc y Verstappen», «lo dicen los datos». El Alpine no es un coche ganador, pero las características del circuito (muy rápido), del coche (brillante sin carga aerodinámica) y el estilo del piloto pergeñaron un cóctel explosivo. Al otro lado del garaje, Ocon no se explicaba de dónde salieron tantas prestaciones en el mismo Alpine que él llevó al octavo puesto. Fernando fue décimo en Q3 porque no marcó tiempo. A última hora del sábado, en el equipo aún estudiaban el estado del coche con la esperanza de evitar sanciones en parrilla para repararlo.

Doble varapalo. La bandera roja que provocó Alonso borró también la mejor vuelta de Sainz en Q3, hubiera sido tercero o cuarto pero, después, con problemas de arranque, se quedó sin tiempo para dar una vuelta